21.10.03

¿Qué es más importante, ritmo o lucidez?

¿Qué sucede cuando no puedes desarrollar la técnica del "product placement" en tu narrativa, cuando los referentes de cultura popular se te escapan de la mano, cuando la marca de cereal, de los pantalones, la línea de diálogo de la película, la letra de The Smiths o de REM, cuando aquel referente kitsch/chic no cabe en el bultito narrado que construyes mientras te picas la nariz y te muerdes las uñas?

¿Qué sucede cuando nunca pudiste agarrarle al espánglish, porque tu mente lo obstruye, porque no hablas así, porque las cláusulas las ves verdes y llenas de brotes floridos de español más o menos bien urdido, qué pasa cuando tu cerebro nunca tuvo esa separación del lenguaje que se da cuando piensas en dos idiomas al mismo tiempo, cuando el pensamiento en inglés y el pensamiento en español son dos entes separados en tu propia neurosis?

¿Qué sucede cuando la efedrina comienza a oler, cuando tus poros exhalan el aroma a botiquín de abuelita, cuando son las cuatro de la mañana y los sueños y los proyectos son tan vívidos que jamás podrán realizarse?

¿Qué sucede cuando no permites que en ningún momento crezca la uña de la discordia, cuando lo que escribes no produce ni asco ni coraje ni tentación, ni olvido ni indiferencia, cuando sólo piensas en la muerte del texto y luego finges que duermes mientras te arrancas lasuñaslaspestañaslacascaritadepielqueseformaentrelosdedos, cuando de pronto, son las cinco de la mañana y tú aun no decides cómo vas a titular tu último berrinche?
Quisiera tener el último aforismo en mis manos
aquél que cargue con el resto
y los lleve al río
al estanque
al fondo del mar

Quisiera golpear a las puertas del testimonio lúcido e ingenioso
la urdimbre de palabbras que se oyen bonito
por asociación y por malicia
por desencanto y falta de imaginación
quisiera reducir la escritura a meros slogans
que sirvan de escaparate
o de cobija para un pobre diablo que alguna vez se creyó inteligente
y ahora descansa a los pies de su propio vacío

Quisiera tener la película donde todos los famosos se congregan
a observar los minutos de existencia
que tuvieron sus rostros, sus dichos, sus frases, sus acciones,
en aquella televisión que todos tenemos
incrustada en la cabeza

Quisiera olvidar un poco, sí
despegarme de la tierra
escalar las alturas de un espectacular iluminado
con la luz de neón de la farmacia familiar
y rasgar con mis uñas aquella frase
que mantuvo a un pobre diablo despierto
toda la noche
o lo mantuvo atento
frente al espejo
preguntándose "Qué pedo con tu vida, güey"
"¿Cuándo se detiene todo este show?"